sábado, 12 de enero de 2008

Un Ángel Nace A La Muerte (3º parte)





Tuvo miedo, más no desesperó, al fin y al cabo fue su decisión caer al abismo eterno de los tiempos.

Estaba en una especie de estanque, no natural, cerca de un borde al que pudo tomarse para salir fácilmente.

Una vez fuera del líquido cristalino del que ahora estaba empapada, pudo observar alrededor:

Una majestuosa estatua de una criatura alada se encontraba frente a Ella, erguida esplendorosa, con una gran espada sostenida por sus dos manos en gesto de pelea. Debajo de ésta, se hallaban unas inscripciones que decían: "He aquí el ángel que protege éste portal de cielo e infierno, pues nadie que suba o baje podrá pasar."

Detrás del gran estanque, se vislumbraban unos nogales, robles; pinos y otros tipos de coníferas, que formaban un hermoso y espeso bosque, de un color más bien oscuro, que combinaba perfecto con el cielo grisáceo que atestiguaba las gruesas lágrimas del ángel.

Atrás suyo, al darse vuelta, pudo ver un hermoso viñedo tan grande e imperioso como la impetuosa casa que se encontraba un poco más allá, Sobre una leve elevación del terreno.

Ella se abrasó a si misma sintiendo inevitable y nerviosamente todo. Se quedó algún tiempo en el suelo sobre sí misma intentando asimilar todo esto que le sucedía, llorando e intentando identificar estos nuevos sentimientos que no sabía de donde venían o que significaban.

Después de un rato, una vez recompuesta, se erguió sobre sus pies y comenzó a caminar lentamente, disfrutando de las sensaciones que tenía, de la grada de mármol pulido, del césped rociado de rocío fresco, de los primeros rayos de sol sobre su piel, calentándola.

Cerró los ojos y sonrió, disfrutando finalmente, tocando su piel lentamente y sintiéndose.

Abrió sus párpados abruptamente al sentir que algo se posaba en su respingada nariz: Un pequeño copo de blanca nieve vino a saludar el día. Se lo sacó con su mano para examinarlo, e instantáneamente luego miró para el cielo, y vio que comenzaba a nevar. Rió y dio vueltas como danzando alegremente mientras la nieve la vestía con su capa blanca.

Caminó entre las hileras del viñedo, palpando las hojas, las frutas, oliéndolas. Su estómago rugió. Tocó su vientre. No sabía que hacer con ese hambre que sentía. Ella nunca necesitó comer. Sin notarlo, algo surcaba el viñedo. Una figura oscura se acercaba inminentemente.

Un ruido mecánico y metálico distrajo su atención. Giró para ver el cañón de una escopeta que apuntaba a su cara. Sus Grandes ojos se posaron sobre los de ésta persona, que ahora amenazaba su vida. Una mirada profunda y azul le miró también, con algo de asombro por la belleza de este ser, que desnudo se alzaba ante sí, indefenso y a su merced.











EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHHH Esta interesante no???



Bueh se los dejo picando... ^^ Les dejo unbeso a mis lectores aunq no comenten.... Espero que les guste ...

jueves, 10 de enero de 2008

Un Ángel Nace A La Muerte (2º parte)


2º parte... ( No escribí mucho pero como el público me reclama posteo este poquito...)



Despertó y miles de nuevas sensaciones la abrumaron, los sentidos que su ser espiritual de pura esencia nunca necesitó, llegaron ahora, en un nuevo cuerpo de apariencia gemelo al anterior, pero no realmente, pues éste era, finalmente, de gran parecido al humano.

Tocó. Su espalda ya no tenía alas que antes pensó innecesarias, pero ahora añoraba profundamente. Su piel delicada estaba herida por la caída.

Olió. Aire vicioso ingresaba a su ser a algún lugar desconocido dentro de su pecho, a algún órgano excusado anteriormente ya que nunca en su existencia precisó respirar, pero ahora, lentamente, sentía cómo el intoxicado soplo de supervivencia envenenaba su mortal cuerpo.

Oyó. No tranquilidad, paz, y silencio, sino ruidos desconocidos, atemorizantes, mecánicos, cacofonía a todo su alrededor.

Gustó. Había sangre en su boca. El abrupto desprendimiento de su hábitat ocasionó, entre muchas cosas, un corte en su labio.

Vio. Oscuridad.

Sintió hambre, dolor, susto, desesperación, arrepentimiento.

Sintió el frío del líquido en el que estaba inmersa...

Sintió...







No me rompan las bolas que mi hemano me hacha asiq mañana lo termino...




Mary

miércoles, 9 de enero de 2008

Un Ángel Nace A LA Muerte


Ella abrió sus perfectos ojos almendrados, de un color vivaz, del de su Alma, a la eterna luz de la que estaba rodeada continuamente. El blanco del infinito cielo parecía reflejarse en su blanca tez. Su desnudez hacía de esta escena celestial más pura y le daba un toque convencional.

El bello Ángel se incorporó, absorta aún en los mismos vacíos sueños llenos de dolor y amor por un lugar que nunca ha visto. Su agraciada figura se perdía a lo lejos en este lugar, que parecía tapizado de seres como Ella. Algunos se besaban, abrasados, otros reían, otros solo se miraban, pero todos sentían dentro de sí ese inexplicable sentimiento de felicidad. Todos menos Ella.

Suavemente movió la mano de su compañero, aquel que durmió junto a ella sosteniéndola para que viva, amándola como todo su ser de esencia pura, con toda su existencia. Él despertó y solo la vio, y sonrió levente, sintiendo eso que sentían todos, solo placer, solo bienestar, solo luz, siempre luz. Ella le respondió la mirada pero más no la sonrisa. Le acarició la mejilla, y los dos supieron que era una despedida.

Se levantó y parecía ser etérea, pues ni el aire se movió a su alrededor. Flotando suavemente fue allí, donde nadie iba por temor a caer. Brotó por los recónditos bordes de su inmenso cielo, y en ése lugar, el más oscuro margen de la vaporosa sustancia que llamaba piso, se asomó agachada, observando el prohibido lugar que llamaban Infierno.

Una pequeña lágrima se hiso presente. Sorprendida de esta nueva experiencia se tocó la majilla, donde reposaba la pequeña gota cual elixir concentrado de dolor, y repentinamente, sintió.

Miró esta tierra, su nuevo hogar, y al fin sonrió sumergiéndose en un nuevo cielo, donde la luz no la cegaba, donde había color, no inmensidad, donde había fallas, no perfección, donde había muerte, no eternidad, donde había vida, llanto, dolor, y donde al fin se sentía viva…

…CONTINUARÁ