jueves, 5 de noviembre de 2009

ELLA



Pasado digerido, alegre energía y santificación de la Vida. Así como el mundo debería verse en una persona. Delirio y placer, espejo del dolor que refleja, aceptando, sin absorber. Niña, mujer, belleza, vida, todo en su medida justa, todo en perfecta armonía. Genialidad explícita en un torbellino constante de creación, de concepción del universo, de su universo que moldea tranquila y apaciblemente; genialidad acumulada durante cientos de vidas. Sorprendente frescura y vitalidad para un alma tan antigua.
Amor personificado; sensaciones a flor de piel, un sol de noche. Susurro de la canción prohibida que se la lleva el viento. Cariño sin esconder, sin vergüenza. Siempre portando una perfecta posición erguida de suricata curiosa.
Ella dice que tiene otra cara la moneda. Ella dice que puede ser mala verdaderamente, un monstruo. Ella dice. Yo le creo… de cierta manera, después de todo aún está atada a la humanidad mundana.
Vi prendida de Ella a una estrella fugaz, esa que encanta e hipnotiza hasta el punto de cegarte y aprovechar para huir, para volar nuevamente. Sí, vi a ese espectacular Dragón colgado de las caderas de esta Gitana, que las mueve con naturalidad y gracia, meciendo y adormeciendo la criatura mística.
Me pregunto si cuando la magia deje de funcionar se va a ver el Tigre mostrando sus dientes, clavando sus garras al Dragón, y si se van a entrelazar, nuevamente, en una pelea épica que solo puede terminar en asesinato-suicidio. O si la Gitana puede besar y convertir al Dragón en el Mago soberbio (si no lo ha hecho ya) y por fin romper con el circulko vicioso de recurrencia; aunque probablemente el deseo de verse en otra vida los lleve a hacer lo mismo, una vez más, como siempre.
En fin, la vi. Danzando como si el aire fuera espeso, como si el tiempo fuera generoso con esta mujer y pasara más lento para que podamos apreciarla: Mitad mujer, mitad deidad. La vi plena, majestuosa. Y Ella me contestó la mirada. Y en esos profundos ojos negros chispeantes, y en esa sonrisa hermosa y dativa pude saberlo: Ella me vio.

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