domingo, 27 de septiembre de 2009



A dónde vas, ojos de muñeco;
mirando a ningún lado.
A dónde vas con tanto miedo,
y sin nadie a tu lado.
Por qué corres ojos sin brillo,
que delatas el estado de tu alma.
A dónde vas con tanto frío,
la vida te hizo bajar la guardia.
Porque solo tú sabes lo que estás pasando,
solo tú sabes lo que estás pensando,
solo tú sabes a qué le temes tanto,
abusas de ti y reprimes tu llanto.
Quién robó el brillo eterno de tus ojos,
Dejándote muerto en vida;
 Y por qué te has quedado solo,
si luchaste toda la vida.
Y así los días se van pasando,
 y tu cabeza está que estalla,
Por no poder decirle al mundo,
que ya no puedes dar batalla,
Y te rindes poco a poco,
cierras los ojos y encuentras paz.
Así te duermes para morir un poco,
Y así te vas a tu mundo de cristal.
Si alguien supiera o te viera dentro,
enloquecería de solo pensar
que convives con tus ojos muertos,
que descanso eterno sueles desear.
Solo tú sabes de la oscuridad dentro tuyo,
porque a nadie se la quieres mostrar,
Crees que ya tienen con lo suyo,
 y así tu vuelves a algún lugar,
que esté alejado de cualquier persona,
 siempre fue así, es mejor estar sola…

1 comentario:

Lucía dijo...

Que triste que es que un alma joven desee cerrar los ojos porque la batalla se ha vuelto tan difícil que cree no poder llegar a concretarla, a ganarla, porque teme que pierde siempre y lo perderá todo... Pero nos pasa, pasa dentro del alma de cada uno. El miedo al fracaso, a la guerra constante nos congela.